Capítulo
22
La prueba había
resultado positiva. La información no
sorprendió a la joven, ya se había preparado para ello y estaba casi segura de
que estaba embarazada.
Marcos llegó a
su apartamento diez minutos después que ella. Antes de que ella pudiera hablar, antes de que
pudiera siquiera formular en su mente lo que iba a decirle, él la tomó en sus
brazos y la besó con apasionada vehemencia.
Ella se apartó
gradualmente.
V: Marcos (murmuró,
aspirando hondo). Marcos, tenemos que
hablar.
Marcos la miró
con recelo, aunque no dejó de sonreír.
M: Hm... Algo me dice que debo prepararme para algo
serio.
V: Sí, más vale
(le advirtió Victoria, acercándose a la ventana para mirar hacia afuera).
Marcos la miró
fijamente.
M: Me pones
nervioso, Victoria. Por favor dime, te
escucho (dijo por fin).
V: Estoy
embarazada (le dice director y sin anestesia).
Se produjo un
silencio, luego habló:
M: Querrás decir
que se te ha retrasado el período.
V: No. Quiero decir que estoy embarazada. He hablado con el médico esta tarde. La prueba de embarazo ha dado positiva.
Él se quedó
inmóvil. Ella apenas podía oírle
respirar. Cobrando ánimo, se volvió
hacia él. No pudo descifrar su
expresión. No parecía complacido ni
molesto. Estaba tenso y como si tratara
de controlarse.
V: ¿Estás
enfadado?
M: No (Marcos
tragó saliva). Sorprendido, sería más
adecuado. Victoria... ¿cómo has podido...?
Quiero decir, siempre has sido tan...
tan cuidadosa.
V: En todo…
excepto en lo relacionado contigo.
Los ojos de
Marcos se clavaron en ella. La
escudriñaron, como si buscaran algo.
M: Bien (dijo,
después de un minuto interminable). Tú
has tenido más tiempo que yo para pensar en esto (se mordió los labios y luego
apartó la mirada. Su voz era baja, casi
inaudible, cuando declaró). La decisión
definitiva es tuya, Victoria.
V: ¿La decisión
definitiva?
M: Sé lo mucho
que significa para ti tu carrera (dijo él, con dificultad). Sé lo importante que es tu trabajo. No estoy en situación de juzgarte.
V: ¿De juzgarme?
Marcos... ¿de qué estás hablando?
M: Si no quieres
tener al bebé, lo entenderé.
¿No tener al
bebé? Esa idea ni siquiera se le había
pasado por la imaginación. En cambio se
le había ocurrido a Marcos casi en el acto. ¿Era eso lo que él quería? ¿Que abortara?
Victoria
disimuló su desazón. Si el Juan Tenorio
de P&D, el Marcos “Casanova” Guerrero no quería adquirir la responsabilidad
de un hijo, si no era el hombre decente, paternal y responsable que había
supuesto ella, que no lo fuera. Ella
afrontaría la maternidad sola. Podría vivir de sus ahorros durante algún
tiempo.
M: Bien (dijo
Marcos después de un momento). Di algo.
V: No pienso abortar
(declaró ella con voz decidida).
M: Oh (Marcos
parecía un poco aturdido). Está bien.
V: ¿Está bien? ¿Es todo lo que se te ocurre decir?
M: Estoy
perplejo, Victoria (dijo). ¿Qué se
supone que debo decir? (se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta, una vez
allí se volvió y dijo). Dame un poco de
tiempo, ¿quieres? Volveré más o menos dentro de una hora (abrió la puerta y
salió).
Continuará….
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